Uso eficiente del agua para la agricultura sostenible ante el cambio climático en México

El agua es un elemento esencial para la vida, para la población y para el desarrollo de plantas y animales. El agua es indispensable para nuestro bienestar económico y social. Sin embargo, la presión por el uso del agua cada día va en aumento por el crecimiento de la población y de los sectores económicos. Un sector económico importante es la agricultura, la cual para la producción de alimentos hace uso de la mayor parte del agua disponible (aproximadamente 70%). El objetivo del presente articulo es hacer un análisis breve de la disponibilidad y uso del agua en Mexico, el impacto del cambio climático y una propuesta de uso eficiente del agua para lograr una agricultura sostenible.

Situación del cambio climático

El cambio climático afecta tanto en forma negativa como positiva la producción agrícola, modificando el desarrollo y el rendimiento de los cultivos. El aumento de la concentración de CO2 y otros gases de efecto de invernadero (GEI), provocan un incremento en la temperatura y cambios en los patrones de cantidad y distribución de la precipitación. Estos cambios a su vez inciden en la disponibilidad de agua,  y en el aumento de la frecuencia de eventos extremos (sequías, inundaciones y tormentas fuertes). El incremento de la temperatura se considera que aumentará la demanda de agua de los cultivos. La disponibilidad de agua para la agricultura será mas crítica no solo para sostener la producción agrícola actual, sino para sostener la creciente población. 

Panorama del agua en México y en el mundo

Según datos de la OMM, el 97% es agua de mar y el 3% solamente, corresponde a agua dulce. Las fuentes de agua dulce son los polos, glaciares y nieve con el 87%, 12% es agua subterránea y solamente 1% está en los ríos y lagos. A nivel global, del agua disponible, en promedio, 10% es para uso doméstico, 20% para uso industrial y 70% para la producción de alimentos. 

El panorama del agua en México no es nada bueno, según datos de la FAO, México cuenta con 462 Km3 de agua renovable que proviene de agua subterránea y agua superficial de ríos y vasos de almacenamiento. De esos recursos disponibles de agua renovable, México extrae aproximadamente 18.6%. Este porcentaje es el mas alto de extracción de todos los países de América del área continental. La reducción del porcentaje de extracción hídrica es una de las metas de desarrollo del milenio para la seguridad hídrica (Meta 7.5). 

 Otro indicador de seguridad hídrica es el índice de estrés de agua, establecido como una de las metas de desarrollo sustentable (Meta 6.4.2). En México este índice actualmente es de 25.6 %, de nuevo el mas alto del área continental de América. El índice de estrés de agua resulta de dividir el total de agua extraída, entre el total de agua renovable (restando el agua para el ambiente). ¿Que significa este índice de estrés?, bueno que México extrae aproximadamente la cuarta parte del agua que dispone por año. Desde luego que una buena parte de esa agua que se extrae se recupera con las lluvias de todos los años. ¿Pero qué sucedería si se tuvieran periodos largos de sequía?, pues ese índice de estrés aumentaría y la seguridad hídrica sería menor, poniendo en riesgo el desarrollo y el abastecimiento de agua para la población.

 Un dato importante para mencionar es que tanto el porcentaje de extracción de agua, como el índice de estrés van en aumento en México. Según datos de la FAO en el periodo de 1997-2002 la extracción promedio era del 15.6 % y en el periodo reciente de 2013-2017 fue de 18.6 %, es decir, se incrementó 3% en un periodo de 20 años. Este incremento debido al crecimiento de la población y mayor demanda de la industria. Por lo que toca al índice de estrés, en el periodo de 1997-2002 era de 21.9 % y para el periodo de 2013-2017 llegó a 25.9 %, es decir un incremento de 4 %, también, en un periodo de 20 años (ver figura). Estas cifras no son nada halagadoras, tener el primer lugar en estrés hídrico en el Continente. Es una situación en la que deben instrumentarse los mecanismos para reducir la tasa alta de estrés hídrico mediante políticas adecuadas del sector público a cargo  de estos asuntos, para no seguir poniendo en riesgo la seguridad hídrica del país. 

Indice estres agua Mexico.001.png

En México la distribución del agua de acuerdo con datos de la FAO en el periodo de 1997-2002 la industria y la población utilizaban el 21.8% y la agricultura se llevaba el resto, es decir, el 78.2%, un porcentaje muy por encima de la media mundial que es del 70%. Para el periodo de 2013-2017 veinte años después, la situación ha cambiado poco, la demanda de la población y la industria es del 23.7% y el consumo en la agricultura del 76.3 %, un porcentaje todavía muy  alto, de acuerdo a los estándares internacionales.  

¿Qué se debe hacer para ahorrar agua en la agricultura?

 Entendemos que no podemos dejar de producir alimentos mediante la agricultura de riego, pero ¿qué podemos hacer para reducir el consumo de agua?, sin reducir la productividad agrícola, sino al contrario, aumentarla. La respuesta es: uso eficiente del agua. Como mencioné anteriormente, para producir alimentos de manera mas eficiente se requiere usar mejores tecnologías, la mas apropiada para cada situación particular. Con estas tecnologías se pueden determinar los requerimientos reales de agua de los cultivos, haciendo uso de sistemas de información que incluyen el monitoreo de la humedad del suelo, las etapas de desarrollo de los cultivos y las condiciones climáticas.  La segunda parte del uso eficiente es la adecuada distribución del agua a los cultivos, en este aspecto, afortunadamente en México, al menos en cultivos de producción intensiva como los frutales y algunas hortalizas, cada vez se utilizan mas los sistemas de distribución de agua localizados. Estos sistemas de distribución tienen un ahorro significativo de agua. Pero quedan aun grandes superficies de cultivos de producción intensiva y de granos donde el agua se aplica con el método tradicional de calendarios de riego, sin tomar mucho en cuenta las condiciones climáticas, la etapa de desarrollo del cultivo y la cantidad de humedad en el suelo. Actualmente se dispone de equipos como las estaciones meteorológicas automáticas, los cintilometros, la información satelital y los drones, todas estas herramientas tecnológicas ayudan a realizar el monitoreo y colectar la información que se necesita para hacer un uso eficiente del agua en la agricultura. Por lo tanto, existe una oportunidad para empezar a utilizar el conocimiento científico y las herramientas tecnológicas y así determinar el agua que requieren los cultivos para obtener mayor productividad. 

Pero ¿cual es la situación del riego en la agricultura de México? de acuerdo con el Programa Nacional Hídrico (PNH) 2014-2018 actualmente el volumen de agua concesionado para la agricultura es de 82,734 millones de m3, de esta cantidad, el riego consume 63,350 millones de m3/año, que equivale aproximadamente al 77 % del total nacional de agua concesionada y asignada a este sector. Por otra parte, en México se estima una infraestructura de riego de 6.4 millones de ha, sin embargo, la mayor superficie sembrada con la información disponible de 2001 a 2014 no ha sobrepasado mas de 4.7 millones de ha. De allí que si dividimos los 63,350 millones de m3 de agua concesionada para riego agrícola entre 4.7 millones de ha sembradas, el volumen promedio de agua aplicada por ha es de 15,144 m3, aproximadamente el doble de agua de lo que requieren la mayoría de cultivos. Si se aplicara la cantidad que demandan, utilizando tecnologías y métodos apropiados como los mencionados anteriormente, este volumen de agua se podría reducir de manera muy significativa.  

Req agua cultivos.001.png

 Para ilustrar un poco el tema y a manera de comparación para tener una idea del potencial de ahorro de agua en la agricultura, los requerimientos reales de agua del cultivo de maíz de riego están en el rango de 5,000 a 8,500 m3 de agua dependiendo del ciclo de la variedad y la tecnología de producción utilizada; para trigo son del rango de 6,000 a 8,000 m3. Desde luego que para llegar a este nivel de consumo se requiere, además de la tecnología y la asistencia técnica en esta materia a los productores agrícolas, el establecimiento de verdaderos programas oficiales de innovación que poco a poco conduzcan al uso mas eficiente del agua y así pensar que estamos en el camino de una producción agrícola sostenible.  Sobre este tema y otros relacionados con la informacion climática para ala agricultura ver: www.climaproagro.com

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